viernes, 18 de marzo de 2011

El sueño del caballo blanco con pinturas de Jean-Marcel Sene



La noche del 17 al 18 de marzo entre las 02.00 y 03.00 soñé con las pinturas coloristas de Jean-Marcel Sene. La noche anterior estuve contemplando su última obra, llena de colores fluorescentes. Representaba el mundo con una parte tranquila y otra combulsa y caótica, tal y como está el mundo hoy. En el sueño aparecía un gran almacén, enorme, lleno de cosas entre las cuales había las pinturas de Jean-Marcel Sene, como unas 10 o 12 pinturas sin colgar, pero apoyadas en vertical a punto de ser vendidas. En el almacén se vendían obras de arte, entre otros objetos, y además de las de Jean-Marcel había otras pinturas con paisajes al estilo de la Escuela pictórica de Paisaje de Olot, de la que el Museo de Olot tiene una buena muestra. Entonces entró una mujer subida a un gran caballo blanco con una bomba en la mano, la activó y la puso entre unos cables eléctricos. Se dirigíó al fondo del almacén y ubicó el gran caballo blanco entre las pinturas y otras cosas, en un rincón como para que nadie se diera cuenta de su presencia. El caballo sin rechistar se quedó quieto, intacto, impasible, esperando con una gran altivez y dignidad. A su lado había una nevera y rebosaba de verduras, todo eran verduras y no entraban dentro de la nevera, salían por fuera como si fuera un bodegón o una naturaleza muerta.Al final me desperté, no pasó nada, pero el caballo blanco ahí quedó quieto, intacto, perfecto esperando.


Sueño de Mireia Tresserras
Gestora cultural
Profesora de la museologia
Universidad de Girona-España

jueves, 17 de marzo de 2011

LA VERDAD Y LA MENTIRA UNA EXPOSICIÓN DE JEAN MARCEL SENE

Jean Marcel Sene es un místico, un hombre de una fuerza espiritual arrolladora.

Jean Marcel Sene es un pintor, un artista que considera, con razón, que sólo hay una forma de crear: la absoluta y sincera entrega a su trabajo y a su obra. Sin atajos, sin recovecos, sin medias tintas.

Jean Marcel Sene es haitiano. Y esto, que en el caso de otras nacionalidades podría ser secundario, tiene una importancia capital en la obra de este artista.

La tradición espiritual haitiana está fuerte e íntimamente ligada a las culturas ancestrales africanas, ligada, pues, a la interpretación no racionalista de la realidad, a la presencia real y cotidiana de los espíritus, a la intercomunicación fluida y tangible entre lo material y lo espiritual.

Para lo bueno y para lo malo, Haití ha estado siempre en la peligrosa y estimulante y frágil e inestable frontera entre las fuerzas profundas de la tierra y las fuerzas energéticas del cosmos.

Ambas fuerzas, la telúrica y la cósmica, están presentes en la obra de Jean Marcel. Es más, casi me atrevería a asegurar que son el motivo central de ésta. Su causa y su efecto.

La obra de Jean Marcel Sene enfatiza los aspectos cromáticos y estructurales creando formas en perpetuo movimiento, a veces armónicas, a veces en constante combate.

En su pintura hay una lucha terrible, pero genésica, uterina y, para el avezado espectador, iniciática.

A nivel formal, Jean Marcel utiliza las líneas sinuosas y asimétricas, basadas en formas orgánicas, plasmáticas. Es violento y emocional, por lo que prefiere los acrílicos al óleo a otras preparaciones de pigmentos. El trazo es grueso y obvia la previa preparación de la tela, lo que confiere al lienzo una textura primitiva y terrosa que necesita formatos grandes y espacios generosos.

La pintura de Jean Marcel es impactante y, con toda humildad, me permito recomendar al visitante de su exposición una mirada abierta, una mirada más allá de lo meramente visual, una mirada amplia, espiritual, que permita conectar libremente con los cuadros. Seguramente se van a sorprender con sus efectos.

Ignacio Manuel Sánchez Sánchez
Escritor
Canciller del Consulado de España en Santo Domingo.

Le soleil parlait.